El dicho popular “Una imagen vale más que mil palabras” pone el listón muy alto a cualquier fotógrafo a la hora de hacer la portada de un libro. Yo no creo que esto sea cierto: una imagen cuenta muchas cosas, pero para nada puede abarcar la complejidad de una obra literaria. El desafío está en encontrar esa imagen que sugiera la esencia de lo que el lector se encontrará ante un libro abierto. Y con esta idea, la de “un libro abierto”, he ilustrado la colección “Mecánica popular” de Suburbia Ediciones.
Una misma imagen compone la portada, el lomo y la contraportada del libro. En “Mecánica popular” he tenido la suerte de poner imagen a las obras de muchos escritores de la literatura asturiana actual. En el décimo número de la colección la editorial, Suburbia, planteó invertir el proceso de creación habitual. En lugar de ir de la palabra a la imagen, iríamos de la imagen a la palabra. Y así nace el libro “Contadores de lluz”, en el que trece escritores crearon sus historias a partir de una selección de mis fotografías.