Dobleces
Este es uno de los trabajos en los que tuve la oportunidad de combinar mi creatividad como fotógrafo y como diseñador gráfico. Pienso que todo trabajo tiene que tener una coherencia interna, una estructura invisible sobre la que se sostiene una idea. Alfredo González me contó que alguna vez, en un fluir de inspiración, escribió alguna canción en las servilletas de los bares.
El Lp se iba a titular “Dobleces”. Si doblamos esa servilleta la podemos transformar en barco de papel, al igual que si ponemos música a las palabras que en ella se escribieron se transforma en canción. Los barcos de papel, como las canciones, flotan en el mundo de nuestra imaginación. El mar es ese espejo en el que nos reflejamos con cada canción que nos emociona.